Paso 1: Hazte feliz

Lo feliz que eres afecta lo felices y exitosos que son tus hijos, dramáticamente.
Una amplia investigación ha establecido un vínculo sustancial entre las madres que se sienten deprimidas y los «resultados negativos» en sus hijos, como el comportamiento y otros problemas de conducta. La depresión de los padres en realidad parece causar problemas de conducta en los niños; También hace que nuestra crianza sea menos efectiva.
Paso 2: Enséñales a construir relaciones saludables.

No toma mucho puede comenzar animando a los niños a realizar pequeños actos de empatía.
Enséñale a decir no, enséñale a expresar lo que siente de un modo correcto, permíteles defenderse y emitir razonamientos, si son erróneos estaras allí para corregirlos.
Paso 3: Esperar esfuerzo, no perfección.

Los padres que ponen demasiado énfasis en los resultados tienen más probabilidades de tener hijos con altos niveles de depresión, ansiedad y abuso de sustancias en comparación con otros niños.
La investigación es muy consistente: elogie el esfuerzo, no la habilidad natural.
“Cuando elogiamos a los niños por el esfuerzo y el trabajo arduo que los lleva al logro, quieren seguir participando en ese proceso. «No se desvían de la tarea de aprender por una preocupación por lo inteligentes que podrían, o no» lucir».
Paso 4: Enseñar optimismo
Los niños de diez años a los que se les enseño a pensar e interpretar el mundo de manera optimista son menos propensos a la depresión, además tienen características como:
-Son más exitosos en la escuela, el trabajo y el atletismo.
-Son más sanos y viven más tiempo.
-Poseen mayores recursos para afrontar la depresión y la ansiedad.
Paso 5: Enseñar inteligencia emocional
La inteligencia emocional es una habilidad, no un rasgo innato.
Un primer paso simple aquí es » Empatizar, etiquetar y validar» cuando están luchando contra la ira o la frustración.
Conéctese con el niño, ayúdelo a identificar lo que está sintiendo y hágales saber que esos sentimientos están bien (aunque la mala conducta no lo sea).
Paso 6: Formar hábitos de felicidad
¿Cómo ayudas a los niños a construir hábitos de felicidad duraderos? Aquí métodos poderosos respaldados por la investigación:
*Eliminación del estímulo: elimine las distracciones y las tentaciones.
*Hágalo público: establezca objetivos para aumentar el apoyo social y la presión social.
*Un objetivo a la vez: demasiados objetivos superan la fuerza de voluntad, especialmente para los niños. Solidificar un hábito antes de agregar otro.
*Acompañalo (SIGUELO): No esperes la perfección de inmediato. Toma tiempo. Habrá recaídas. Eso es normal. Sigue reforzando.
Paso 7: Enseñar autodisciplina

La autodisciplina en los niños es más predictiva del éxito futuro que la inteligencia, o casi cualquier otra cosa, para el caso. Esto es al menos en parte porque la autodisciplina facilita el aprendizaje y el procesamiento de la información. Además, los niños autodisciplinados enfrentan mejor la frustración y el estrés y tienden a tener un mayor sentido de responsabilidad social. En otras palabras, la autodisciplina conduce no solo al éxito escolar y a sentarse bien a la mesa, sino a una mayor felicidad, a más amigos y a una mayor participación de la comunidad.
Paso 8: Más tiempo de juego
La mayoría de los niños ya practican la atención plena, disfrutando plenamente del momento presente, cuando juegan. Además de ayudar a los niños a aprender a autorregularse, a jugar sin estructurar genera bienestar emocional. El juego no estructurado ayuda a los niños a aprender a trabajar en grupos, a compartir, a negociar, a resolver conflictos, a regular sus emociones y comportamiento, y a abogar por sí mismos.
¿Cuál es una buena manera de comenzar a enseñar autodisciplina? Ayude a los niños a aprender a distraerse de la tentación.
Paso 9: Apareja su entorno para la felicidad

No nos gusta admitirlo, pero todos estamos muy influenciados por nuestro entorno, a menudo más de lo que creemos. Retire estímulos o tentaciones que podrían perjudicarlo. Menos tiempo en Celulares o computadoras o tv. No lo exponga a sitios desagradables que impliquen un riesgo.
Paso 10: Comer la cena juntos
A veces, todo lo que hace la ciencia es validar las cosas que nuestros abuelos sabían todo el tiempo. Sí, la cena familiar importa.
Esta simple tradición ayuda a formar mejores niños y los hace más felices también.
